El año escolar casi ha terminado, los niños y jóvenes deben hacer un último esfuerzo para salir bien librados. Pero como papás, ¿cómo podemos ayudarlos?
Primeramente la alimentación es de vital importancia, el que se vayan desayunados a la escuela les ayuda a estar más concentrados en la clase.
El no permitir que se desvelen también ayuda; pues esto ocasiona que estén somnolientos a la hora que deben estar dispuestos a trabajar en la escuela. Es increíble ver como los alumnos están cabeceando sobre todo en las primeras horas de clase. Me gusta preguntarles el motivo de su desvelo, y la gran mayoría de las veces es porque juegan videojuegos o ven la tv hasta altas horas de la noche. Como padres debemos tener constancia en poner límites, es una manera de ayudar a nuestros hijos a vivir el orden.
Por otro lado, debemos apoyarlos en caso de que se requiera alguna clase extra, si necesiten ponerse al día en alguna materia. Como consultora familiar, me he dado cuenta que la mayoría de las veces no es que estén limitados de capacidad para comprender cierta materia, sino que no tienen un horario de estudio. En ocasiones, solo con acompañarlos y guiarlos en la adquisición de hábitos por sí mismo se da todo lo demás. Como me diría una mamá hace un tiempo: "es como magia".
(imagen tomada de la red)
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